Cierta de que el periodismo ha cambiado a partir de
la década de los noventa del siglo pasado, me propuse investigar, qué tan
profunda es la transformación y cuáles sus implicaciones en una sociedad
apabullada de información proveniente de una gran cantidad de fuentes y sobre
todo, de conglomerados de medios de comunicación, cuya fuerza económica e
influencia en diversos ámbitos de la vida social, son rasgo inconfundible de la
Sociedad de la Información. Esta no es una investigación sobre el periodismo
digital, sino sobre la industria, los periodistas y la información en este
inicio de siglo. Toda investigación surge de la inquietud de un estudioso por
entender, explicar y contribuir al conocimiento en determinada rama de estudio.
Mis motivaciones tienen su origen en la profesión que ejercí casi dos décadas,
en la que fui testigo de la llegada de los primeros dispositivos digitales, que
comenzaron a transformar a las redacciones y a sus profesionales. Las formas
de producción, las rutinas y la propia información sometida a ritmos
frenéticos, fueron delineando paulatinamente un periodismo y a un
periodista distintos. No debo soslayar que desde hace ocho años,
retirada del periodismo, contribuyo en el Tecnológico de Monterrey a la
formación de periodistas en México, país cuya consolidación democrática,
deberá pasar necesariamente por cambios en su concentrado sistema mediático; también,
por la autonomía de la prensa y la profesionalización de sus periodistas. Las
horas de estancia en las aulas con jóvenes, que aspiran a ejercer esta
profesión y a quienes debía darles respuestas que no necesariamente tenía
conmigo, fueron sin duda origen de mi inquietud por entender y analizar al
periodismo en este escenario cambiante. La investigación consta de cinco
capítulos. El primero está dedicado a ofrecer al lector el marco teórico y el contexto
socio histórico en que se desenvuelven los cambios que afectan a la industria
del periodismo.